Diego Montes es, desde el pasado año, uno de los entrenadores del Sportia Team y uno de los principales protagonistas del ascenso a la máxima categoría del rugby español del equipo Universidad de Burgos Colina Clinic, logro histórico conseguido hace menos de una semana. No en vano, Diego es el preparador físico de este conjunto, integrado por imponentes atletas que combinan fuerza, rapidez y resistencia, y que ha conseguido el ascenso a la División de Honor demostrando ser el equipo más poderoso físicamente de la categoría.

Técnico Superior Actividades Físicas y Deportivas y máster en Gestión y Dirección Empresas Deportivas por la Universidad de A Coruña, Diego es el perfecto ejemplo de entrenador todo terreno en Sportia. En nuestros gimnasios ejerce como entrenador personal experto en la recuperación funcional post lesiones, instructor de Less Mills, de actividades dirigidas (TRX,Ciclo, Boxing,Core,H.I.T…), así como de múltiples clases colectivas. Un verdadero lujo para nosotros y para todos los usuarios de nuestros gimnasios Sportia.

Llevas dos temporadas como preparador físico del Universidad de Burgos Colina Clinic. ¿Qué singularidades plantea la preparación física de un equipo de rugby?
El trabajo de fuerza es muy importante. Trabajamos con jugadores muy grandes, de mucho peso, pero para los que es muy importante la movilidad, la rapidez, la agilidad. Es un trabajo muy completo, en el que hay que trabajar por puestos. Trabajamos por un lado con los tres cuartos y por otro con la delantera y dentro de estos también por funciones: primeras líneas, talonadores, los terceras… Ahí hay que diferenciar bastante el trabajo en gimnasio, pero bajo la premisa de que todos, incluidos los jugadores de delantera, tienen que correr lo más posible, aunque las exigencias no sean las mismas. Tenemos que conseguir que todos sean muy dinámicos y tengan una resistencia que les permita trabajar durante 80 minutos siendo rápidos.

Ante el Sevilla, vuestro rival para el ascenso, demostrasteis una clara superioridad física.
En el partido de vuelta, quizás por los nervios, se notó menos, pero en el primer partido, con 30 grados temperatura y con un jugador menos toda la segunda parte fuimos muy, muy superiores. Yo sabía que mi equipo estaba bien preparado, pero me sorprendió para bien. Hemos sido superiores toda la temporada al resto de equipos en juego, pero también en preparación física. Estoy muy contento con cómo se ha desarrollado todo.

Llama la atención vuestra superioridad física en las melés…
La verdad es que en esas situaciones no hemos tenido rival en todo el año. Para ello ha sido fundamental no sólo el trabajo de fuerza, sino también el trabajo postural y la movilidad. Si conseguimos que nuestros jugadores sean muy móviles en trabajos de cadera logramos que puedan estar más abajo en el suelo, cuanto más paralelos empujarán mejor y eso lo hemos trabajado mucho. Los jugadores que han jugado en Francia o en ligas menos potentes me dicen que la principal diferencia que han notado en nuestro modelo de preparación física radica en este punto.

¿El año que viene, en División de Honor, el factor físico será incluso más determinante?
Los equipos de División de Honor son físicamente mucho más fuertes. Seguramente nuestra superioridad física en las melés se acabará y estaremos más igualados. Sabemos que hay cinco o seis equipos que están por encima del resto, Salvador, Quesos Entrepinares, Alcobendas, SantBoi… con jugadores muy grandes, muy fuertes y potentes y algunos de nuestros jugadores van a tener que coger kilos para hacerles frente. Kilos de músculo claro, no de los malos. No obstante, en resistencia y rapidez creo que aún estaremos por delante de muchos equipos de la máxima categoría, que centran su preparación en trabajo de fuerza en el gimnasio, pero olvidan el trabajo de movilidad en el campo. Nos va a tocar trabajar mucho la próxima temporada, en la que debemos mentalizarnos para ser un equipo muy, muy trabajador.

¿Cómo has planificado la preparación física durante la próxima pretemporada?
En la pretemporada de la campaña 2016-2017 el equipo tuvo que trabajar muchísimo porque no tenía una base adecuada y tuvimos que trabajar con un nivel de esfuerzo al que prácticamente ninguno de nuestros jugadores, excepto alguno extranjero, se había enfrentado nunca. En esta temporada 17-18, como hemos mantenido la base, la carga de trabajo ha sido menos dura y hemos hecho más trabajo de mantenimiento. El año que viene, de cara a la nueva categoría, la pretemporada tendrá que ser más intensa para comenzar al máximo nivel para ganar todo lo que podamos al principio y luego dedicarnos a mantener.

¿Qué crees que ha aportado tu larga experiencia trabajando en gimnasio, con personas que buscan mejorar su salud, a tu faceta como preparador físico de un equipo de rugby de élite?
Me ha resultado muy útil todo lo desarrollado en el trabajo en gimnasio relativo a movilidad y dinámicas posturales, así como las sesiones de recuperación y prevención, Pilates, sesiones de estiramiento. En el rugby no todo es trabajo de fuerza.

En un equipo “profesional” como es el Universidad de Burgos Colina Clinic, con un calendario muy cargado y partidos semanales, la recuperación de lesiones y el trabajo con jugadores casi permanentemente “tocados” físicamente debe plantear una gran complejidad para un preparador físico…
Este es un deporte en el que después de cada partido tienes a gente que termina golpeada, tocada, lesionada de más o menos gravedad y el primer día de entrenamiento post partido hay que dedicarlo a la recuperación tanto en el gimnasio como en el trabajo de campo, con entrenamientos específicos al margen del grupo, con tablas y rutinas específicas.

En Sportia eres un entrenador todo terreno…
Sí, desarrollo todo tipo de clases, desde las más “cañeras” o fuertes a otras como Pilates, BodyBalance, más relacionadas con las técnicas catalogadas como de cuerpo-mente. Hago un poquito de todo y eso resulta muy divertido y enriquecedor.

A alguien que, sin aspirar a ser un jugador de rugby profesional, quiera acercar su forma física a la que tienen estos verdaderos “toros”, ¿qué tipo de preparación le recomendarías en Sportia?
Es muy importante realizar trabajos de CORE. Alguien que quiera asemejarse a un jugador de rugby tiene que fortalecer extremadamente su centro corporal. Si no se tiene un CORE muy, muy fuerte no podrá empujar, no podrá aguantar cuando sea placado o cuando percuta. De hecho, varios jugadores del equipo vienen a Sportia a realizar este tipo de trabajo. También son muy importantes las Synergys, nuestros circuitos de alta intensidad, que debemos combinar con los trabajos de fuerza y cuyos ejercicios resultan muy similares a los trabajos que hacemos en el terreno de juego.