Aunque las temperaturas de las que seguimos disfrutando (o padeciendo, que opiniones hay para todo) parezcan desmentirlo, estamos a punto de entrar en noviembre y muchos ya comenzamos a pensar en la Navidad y en las dietas que este periodo siempre conlleva. Pronto comenzaremos a leer trucos y recomendaciones para quitarnos kilos de encima, muchos de ellos extravagantes, cuando no peligrosos para la salud. Desengáñate, la actividad física es un elemento indispensable para bajar de peso, no solo para perder más kilos en menos tiempo, sino también para no recuperar el peso perdido y para lograr modificaciones en la composición corporal. El más eficaz, sin duda, e inevitable siempre. Y eso no es un drama, al contrario, el ejercicio físico no sólo nos ayudará a bajar de peso sino que, además, nos aportará múltiples beneficios.

Ejercicio y alimentación saludable
Si somos de los que tenemos una dieta hipocalórica (ingiriendo menos calorías de las que necesitamos para poder reducir nuestro peso) y no realizamos actividad física, el descenso será muy lento y la figura corporal probablemente se torne muy flácida. Por otra parte, si entrenamos pero no nos alimentamos saludablemente, nuestro peso corporal variará muy poco y no lograremos reducir grasa, ni el desarrollo muscular que podríamos lograr con una dieta adecuada. En resumen, sólo al mantener una dieta saludable y realizar actividad física de manera combinada lograremos un efecto sinérgico, ya que se potencian una a la otra.

Activarse, la mejor forma de “quemar” calorías
La actividad física es el componente más variable del gasto calórico y el más influenciable, ya que el metabolismo basal y la termogénesis de la dieta suelen ser más difíciles de modificar. Aumentando la frecuencia, la duración, la intensidad y variando los tipos de ejercicios físicos entre anaeróbicos y aeróbicos, es posible aumentar el gasto por actividad física para perder peso más rápido y para no tener que seguir una dieta tan estricta desde el punto de vista calórico. Es importante aclarar que las dietas de muy bajo valor calórico predisponen al tan temido efecto rebote, así que ojito: hay que alimentarse adecuadamente.

Activarse para modelar nuestro cuerpo
Una de las formas de desarrollar masa muscular y tonificar el cuerpo es mediante la actividad física. Los ejercicios anaeróbicos (por ejemplo, el trabajo de fuerza) favorecen la ganancia de masa muscular a causa de la carga que tienen que soportar las fibras musculares, las cuales son destruidas durante el entrenamiento y luego son reconstruidas durante el período de descanso y de recuperación, lo que da lugar a una mejor calidad muscular.
La masa muscular no solo permite que las personas que se ejercitan luzcan cuerpos más definidos y firmes, sino que también es considerada un tejido metabólicamente activo, es decir, que consume energía. Cuanto más músculo tiene un individuo, mayor es su gasto calórico y más fácil le resulta sostener el peso alcanzado después de conseguir un proceso de descenso de peso.

Activarse para reducir talla
La actividad física aeróbica (por ejemplo, caminar, trotar, correr en cinta, bailar) es ideal para reducir significativamente la grasa abdominal y la circunferencia de la cintura. La adiposidad central es muy peligrosa para la salud y se relaciona con enfermedades cardiovasculares y el desarrollo de complicaciones asociadas, tales como diabetes, hipertensión arterial, dislipemia y aterosclerosis. El entrenamiento aeróbico permite que se movilicen las grasas de reserva y sean utilizadas como fuente de energía.

Activarse para reducir el estrés y combatir la depresión
No es novedad que muchas personas comen por “hambre emocional”, esto es, que no sienten hambre real, sino que descargan sus emociones disfuncionales (ansiedad, angustia, tristeza, preocupación) ingiriendo alimentos poco saludables, generalmente muy ricos en azúcares y grasas. En Sportia tenemos clases especiales enfocadas a solucionar estos problemas.

La actividad física aeróbica permite controlar los estados depresivos y la ansiedad porque contribuye a despejar la mente y quita la atención del malestar emocional que se está experimentando. Además, durante la práctica deportiva se liberar endorfinas, que son sustancias que producen placer y disminuyen el dolor.

Actívate, tu salud eres tú.